

Un banco en la cocina es una de las soluciones más modernas que vas a encontrar en el mundo del interiorismo. Éste puede ser de diferentes materiales y formas. Desde los típicos de madera a los que puedes colocarles unos cojines o asientos, hasta los que ya vienen acolchados, como si de un sofá se tratara.
Por otro lado, este tipo de bancos, pueden tener otro sentido en la cocina si cuentas con una amplia. Si además de eso, tienes la suerte de contar con unos grandes ventanales en ella y unas vistas al mar o a la ciudad... Entonces tomará un sentido menos práctico, pero mucho más romántico. Imagínate descansar sobre él mirando el cielo, mientras esperas que se cueza la pasta que te estás preparando para comer. Relajante, ¿verdad?
Pero si no quieres dejar la lo práctico a un lado, puedes elegir un banco que tenga espacio para almacenar objetos. Debajo del asiento, algunos bancos cuentan con cajones para poder guardar cosas de la cocina.
Manteles, servilletas, e incluso cubertería que sólo empleas en determinadas ocasiones, pueden estar dentro de él. De esta forma, podrás cumplir dos deseos en uno: tener un banco cómodo y práctico a la vez. ¿Qué más se puede pedir? No obstante, si no te convencen este tipo de piezas, siempre puedes optar por las típicas sillas de cocina para comer. ¡Tú eliges!
Fuente Imagen ThinkStock.