

Si quieres decorar con negro, debes saber que para romper la 'oscuridad' deberás jugar con otros tonos más claros y alegres. Como sabrás, el negro combina con todo, o casi todo, porque vamos a casi prohibirte el azul oscuro y el marrón oscuro. En cambio, queremos recomendarte el blanco, el rojo, el azul claro, e incluso el naranja.
El blanco es el tono opuesto al negro y, por tanto, resulta perfecto para crear contrastes. Puedes utilizar el método de los porcentajes, en el que el 60% sea el negro, el 30% el blanco y el 10% otro tono que te guste, por ejemplo, el rojo. Empleando estos colores en el dormitorio principal, podrías pintar las paredes en negro y elegir una alfombra a los pies de la cama del mismo tono. Además, diversos detalles como los cojines o el edredón también pueden ser negros. El blanco podrías dejarlo para el soporte de la cama y las mesillas, así como para el sofá en el que te sientas a ver tu correo electrónico en el portátil.
El rojo (o cualquier otro tono que te guste, siempre y cuando no sea oscuro), puedes dejarlo para objetos decorativos como un jarrón, una lámpara de mesa o el marco de algún cuadro o fotografía. Recuerda que el color negro no está prohibido en la decoración, así que, atrévete a utilizarlo y sacar partido de él en tu hogar. Puedes conseguir unas estancias llenas de glamour y personalidad.
Fuente de la imagen: Villalba Interiorismo