

Afortunadamente existen diferentes maneras de agrandarlo ópticamente y organizarlo de manera que sea funcional, aunque la reforma nos ofrece un mayor número de posibilidades. Las siguientes son algunas claves para ello.
Cómo reformar un baño pequeño
El cuarto de baño debe ser una estancia agradable y cómoda, que cuente con el espacio suficiente para guardar todo lo necesario y movernos dentro del mismo con facilidad. Por ello es importante que saquemos el máximo provecho a cada centímetro mediante la reforma.
Para llevar a cabo este proceso de la manera correcta, nada mejor que diseñarlo previamente. Podemos contratar un especialista en reformas o planificarlo nosotros mismos dibujando los planos y calculando dónde queremos situar el mobiliario. Así, nos será más fácil explicar al experto cuál es el aspecto que queremos conseguir para nuestro baño. Para ello, nos será útil seguir algunos consejos:
1. Ducha en lugar de bañera. Es la mejor opción para los baños pequeños, ya que instalando una ducha en lugar de una bañera ganamos una gran amplitud. Por suerte, hoy en día existen platos de ducha de todos los estilos y materiales, con efecto antideslizante. Lo ideal sería encargarlo a medida, con el fin de ahorrar centímetros.
2. Prescindir del bidé. Si contamos con un bidé en el baño, lo mejor será eliminarlo para poder aprovechar ese espacio con elementos más útiles. Esta es una alternativa muy común actualmente.
3. Mobiliario a medida. Tal y como ocurre en todas las estancias de la casa, los muebles deben adaptarse a los metros disponibles. Por ello tendremos que decantarnos por sanitarios pequeños, y preferiblemente de colores claros. Es aconsejable también instalar una mampara de ducha de vidrio transparente, que deje ver el interior, de manera que el cuarto de baño parezca más grande.


4. Colores suaves. En los espacios pequeños, siempre es muy recomendable que predominen los tonos claros, ya que aportan amplitud y luminosidad. Para el baño, lo mejor es optar por el blanco y los colores pastel, aunque también podemos incorporar complementos de colores oscuros como el rojo o el negro, siempre que no abusemos de ellos.
5. Baldosas y azulejos grandes. Al verse menos juntas, la sensación de continuidad será mayor, y con ello lograremos ampliar visualmente el espacio. Podemos aplicar este truco tanto en las paredes como en el suelo, optando siempre por colores neutros como el blanco o el gris.
6. Luminosidad. La luz será nuestra gran aliada en este caso. Por lo general, el baño no suele ser una estancia muy luminosa, por lo que para conseguirla tendremos que recurrir a los tonos claros y a los espejos. En este sentido, podemos decantarnos por colgar un único espejo de gran tamaño o varios más pequeños, en puntos estratégicos.
7. Atención a los complementos. Nos ayudarán a mantener el orden y aportar la estética que queremos para el baño. Por ejemplo, podemos instalar un radiador toallero en la pared, en lugar de un radiador convencional. Las baldas también son perfectas para aprovechar el máximo el espacio que nos ofrece la pared, y los detalles de madera nos servirán para aportar calidez.
Esperamos que estos consejos os ayuden a darle un nuevo estilo a vuestro cuarto de baño pequeño.