

Las viviendas respondían, hasta hace no demasiado tiempo, a la típica estructura familiar con hogares de tres o cuatro habitaciones, uno o dos baños, salones y pasillos amplios. No obstante, la tendencia en estos momentos se mueve hacia inmuebles de tamaño reducido, debido en gran medida a los nuevos núcleos familiares formados por personas que viven solas o parejas que no precisan de demasiados metros cuadrados para vivir de una manera confortable.
Ante las dimensiones cada vez más reducidas de los hogares del siglo XXI, se presenta el reto de tener que aprovechar al máximo esos espacios pequeños en aras de vivir de manera más cómoda y otorgar una mayor sensación de amplitud.
Claves para aprovechar espacios pequeños en casa
La estructura de un loft, tan popular y demandada hoy en día, funciona especialmente bien en este tipo de viviendas pequeñas, pues nos acerca espacios diáfanos que sacan el máximo partido a toda la superficie. En este sentido, muchos propietarios de pisos pequeños optan por la reforma integral del inmueble para convertirlo en una única estancia, algo que, por otra parte, permitirá una mayor flexibilidad de usos. Sin embargo, a día de hoy, la idea de loft sigue estrechamente ligada al ámbito industrial. No hay que olvidar que este tipo de estructuras surgieron a raíz de la transformación de los grandes espacios industriales y almacenes, empleados por artistas que precisaban de escasos metros para realizar su trabajo.
En este ámbito, para aportar un toque personal y otorgar un valor añadido a la vivienda, no sería desdeñable instalar vigas de metal en determinados de la estructura y hacer uso del ladrillo en algunos de los muros interiores. Una vez se recubre de una capa de barniz transparente o pintura plástica, el ladrillo es un material resistente que no precisa de excesivos cuidados al respecto. Por otro lado, si quieres tender hacia líneas más asequibles, también se puede apostar por paneles de imitación de ladrillo y piedra.


Por otro lado, a la hora de aprovechar al máximo los espacios pequeños de la vivienda, te recomendamos distribuir la estancia por ambientes, dejando una separación mínima de 80 cm de separación entre ellos y despejando en todo momento las zonas de paso. Los elementos que pueden ayudarte a conseguir esta delimitación dentro de una misma habitación, por ejemplo, son las alfombras, que además de aportar contraste a la decoración, ofrecen una sensación de calidez a la estancia.
Para dividir ambientes, sin sobrecargar el espacio, puedes servirte de estanterías o muebles abiertos para ambos lados, la parte trasera del sofá, cortinas colgantes, plantas, puertas correderas o biombos. Estos últimos se ajustan a diferentes modelos, pudiendo elegir entre lisos, con estampados, estilo oriental o reciclados.
Desplaza hacia la pared los muebles más grandes y de altitud elevada y no obstaculices en ningún momento la entrada de la luz. En este sentido, se ha de apostar por separadores de ambientes traslúcidos y que no lleguen hasta el techo. Igualmente, has de recordar que los colores oscuros, ya sea impresos en la pintura de las paredes, mobiliario o complementos decorativos, generan espacios opresivos. Para dar mayor sensación de liviandad y de amplitud de espacio, lo mejor es tender hacia tonos más claros.
En especial, recomendamos el blanco, o, incluso, los tonos de madera clara como puede ser el pino, el abedul o el arce. Para que las paredes parezcan más altas, también puedes pintar los techos de tonos más claros que el resto. Igualmente, opta por tejidos livianos para la tapicería y las cortinas, puesto que aumentan la iluminación. También puedes tender hacia los focos de luz artificiales. Así, por ejemplo, los focos de led, otorgan mayor sensación de profundidad frente a dirigir los puntos de luz hacia el techo y las paredes, que generan una mayor sensación de amplitud.
En este aspecto, materiales como el cristal pueden convertirse en grandes aliados. Así, para comunicar estancias sin entorpecer la visión entre ambas, lo mejor es optar por tabiques acristalados porque regalarán mayor luminosidad y espacios más ligeros. Tampoco sería desdeñable tender hacia los muebles correderos y móviles, optando por los opacos para mantener la privacidad o transparentes para dar continuidad visual. Hay modelos con serigrafías y otros que juegan con colores y distintos matices.


También puedes apostar por la distribución estratégica de espejos como pueda ser al final de un pasillo, sobre la chimenea del salón o junto a la puerta de entrada en el recibidor. De esta forma, potenciarás la luz natural y darás mayor profundidad.
En las viviendas pequeñas has de escoger qué partes de la casa son más importantes para ganar espacio. Así, es preferible sacrificar algunos rincones para gozar de otros con mayor confort. Para ello se puede apostar por acciones de reforma, que sustituyan el comedor por una cocina más amplia y ubicar en su interior una mesa extensible. Incluso, se puede reducir el salón a un espacio de relax para ganar un dormitorio más amplio donde sea posible separar con una pared de media altura un pequeño vestidor.
En cuanto a la elección de los materiales para el suelo, en un piso pequeño lo más práctico es utilizar el mismo tipo de material para toda la casa, optando por maderas de tonos claros. Además, se podría aplicar una capa de barniz con la que se conseguirá un efecto brillo que ampliará el espacio. Tanto en la cocina como el baño funcionan muy bien los azulejos pequeños, ya sea en el suelo y/o en las paredes.
Otra de las máximas es la eliminación de tabiques, paredes y estructuras que obstaculicen los espacios de la casa. Las estancias diáfanas, como se ha comentado antes, ofrecen más luz y sensación de amplitud. En cuanto al mobiliario, es fundamental apostar por muebles flexibles y multiusos en pisos pequeños como es el caso de las mesas extensibles, espacios de trabajo plegables o los muebles de cama con cajones inferiores.