

Podemos diseñar nuestra cocina de múltiples maneras diferentes, sacándola el mayor partido dependiendo de sus características. No todos los tipos de distribuciones son adecuados para cualquier clase de cocina, pues tenemos que disponer los muebles y electrodomésticos de forma que podamos movernos con facilidad por la zona sin perder por ello el toque estético.
Distribuir la cocina con estas propuestas
A continuación mostramos cinco ejemplos para distribuir la cocina.
- Frentes paralelos. Consiste en crear dos líneas de trabajo enfrentadas, algo que si bien nos ayuda a aprovechar el espacio, también requiere un mínimo de metros cuadrados para que podamos movernos sin obstáculos. Se recomienda una separación de al menos 1,20 m entre ambas, aunque esto depende más bien de nuestros gustos y necesidades.
Suelen dividirse estos dos espacios de trabajo de una determinada forma, ubicando el fregadero y la zona para cocinar en un lado, y dejando el frigorífico y los muebles de almacenaje en su opuesto. Esta distribución es ideal para cocinas alargadas, aunque no muy estrechas. Sin embargo, tiene un inconveniente, y es que si instalamos muebles demasiado altos crearemos una incómoda sensación de tubo, por lo que es mejor optar por superficies bajas. - En forma de “U”. Este diseño es ideal para cocinas cuadradas y rectangulares. Al igual que el anterior, debe contar con el espacio suficiente para acoger dos zonas enfrentadas, con la diferencia de que también aprovecha uno de sus extremos para ubicar mobiliario, ganando con ello capacidad de almacenaje y superficie de trabajo. Siempre que el espacio nos lo permita, podemos instalar una isla central para lograr una mayor comodidad.
- En forma de “L”. Muy populares actualmente, las cocinas en “L” nos ayudan a aprovechar el espacio sin necesidad de ocupar todas las pareces, evitando con ello sobrecargar la estancia. Se recomienda para cocinas alargadas, estrechas y rectangulares, y casan a la perfección con una decoración moderna y minimalista.
Además, colocar el mobiliario de esta manera nos ayuda a movernos libremente por la cocina, accediendo con facilidad a todas las zonas. Asimismo, es muy aconsejable para cocinas de concepto abierto, pues se unen con el resto de la casa de una forma sencilla y natural. - En línea. Es un clásico para cocinas pequeñas, ya que es la distribución más adecuada para espacios reducidos. En esta ocasión, toda la zona de trabajo se concentra en una pared, sin muebles que ocupen las esquinas ni frentes paralelos. No obstante, también es utilizada para cocinas amplias de concepto abierto, dejando libre una gran parte de la misma para utilizarla como comedor.
- En forma de “T”. Una opción funcional, a la par que original, es la distribución en forma de “T”. Sólo aconsejable para cocinas grandes, nos permite dividir el espacio en dos sin necesidad de tabiques y aportando un estilo creativos a la estancia. Es muy utilizada para marcar una separación respecto al comedor en cocinas abiertas.
En el sector de la decoración encontramos otras muchas propuestas en distribución de cocinas, siendo las anteriores las más corrientes. Antes de decantarnos por una u otra debemos estudiar bien el espacio y asegurarnos de que vamos a sentirnos cómodos a la hora de movernos y trabajar en la cocina. También es importante que elijamos mobiliario de calidad, fabricado con materiales resistentes y duraderos.