

Sin embargo, para mantener intacta la calidad del mármol a través de los años, conviene tener cuidado al limpiarlo, siguiendo unos sencillos consejos. Hay equipos multifuncionales de limpieza que nos podrían ayudarnos a conseguirlo.
Los suelos de mármol son complicados de limpiar, pero si además una mancha resiste a la limpieza ordinaria, la tarea se complica de verdad. Una buena solución es verter un poco de agua oxigenada sobre la zona y dejar actuar. Tras un rato, el suelo recuperará su aspecto inicial, aclara entonces a fondo con agua templada y seca bien. Si en el fregado cotidiano empleas una solución de una parte de agua oxigenada por doce de agua, la limpieza será realmente profunda.
En cuanto a las manchas, que suelen aparecer en mesas y encimeras, cuando se trate de partes oscurecidas o amarillentas, se recomienda utilizar una mezcla de agua con vinagre. A veces, el mármol se deteriora por el óxido, y en estos casos, lo mejor es frotar sobre la mancha medio limón recién cortado, luego pasa un paño mojado en agua limpia y seca con otro trapo que no deje pelusas.
Las marcas que dejan las quemaduras de cigarrillos sólo se pueden quitar si el mármol se pule nuevamente. Pero sí, son eliminables las del vino o el café, limpiándolas con una solución de agua y bórax (3 ó 4 cucharadas de bórax en 500 cc de agua). Frota y luego enjuaga bien una vez que la mancha haya salido. Si lo que deseas es volver a sacar el brillo natural de una superficie de mármol, una opción es aplicar una fina capa de vaselina y a continuación, realizar un frotado a fondo. Cuando se trata de superficies pequeñas, se puede realizar una especie de peeling, extendiendo un buen puñado de sal sobre la piedra y frotando con un paño mojado. Luego enjuaga y seca bien con un paño suave.