

La posibilidad de comprar una vivienda nueva se convierte hoy en día en un auténtico caballo de batalla para muchos de nosotros, debido a la crisis actual que vive el sector de la construcción. No obstante, en nuestras manos disponemos de los recursos necesarios para reformar nuestro propio hogar e incorporar los materiales sostenibles que además de ayudar en la mejora de nuestra salud, también contribuirán a la protección del planeta.
Evidentemente, factores como la ubicación, el tamaño o el precio se convierten en algunos de los elementos en los que más prestamos atención a la hora de comprar o vender una vivienda. No obstante, existen otro tipo de aspectos como la sostenibilidad que pueden aportarnos grandes beneficios.
Cómo hacer nuestra vivienda más sostenible
Para apostar por este tipo de reformas, lo primero que podemos hacer es incorporar una serie de materiales sostenibles que harán de nuestro hogar un entorno eficiente y amigable con nuestro medio ambiente.


Empezando por el suelo, podremos hallar pavimentos interiores ecológicos como es el caso del bambú, con interesantes propiedades elásticas y mecánicas, que le dotarán de mayor resistencia y flexibilidad. Al ser un material que crece con bastante rapidez, no afecta a la naturaleza circundante como sucede con otro tipo de pavimentos. Además del bambú, también podemos optar por el linóleo, de gran durabilidad y resistencia con el transcurrir de los años. Está confeccionado a base de aceite de linóleo, que será mezclado con harina de madera o polvo de corcho. Es muy sencillo a la hora de limpiar.
Tampoco podemos olvidarnos en la reforma sostenible de nuestra vivienda de los revestimientos en forma de acabados para las paredes o pinturas. En el primer caso, podemos encontrar materiales totalmente naturales, capaces de prevenir la formación de hongos y con una gran vida útil como es el caso de los acabados compuestos de arcilla y arenas sin pigmentación añadida.


Por otro lado, y en lugar de estar compuestos a base de metales pesados, las pinturas naturales pueden ser una opción a tener en cuenta compuestas de aceites vegetales y de pigmentos a base de tierras. Este tipo de pinturas no contienen disolventes orgánicos volátiles tóxicos, sino aceites vegetales como puedan ser el lino, los cítricos, silicatos o resinas naturales. También existe la posibilidad de conseguir pinturas blancas ecológicas para posteriormente mezclarlas con el colorante natural.
En cuanto a las particiones, podemos encontrar el hormigón celular formado por arena de sílice, cal, cemento y agua. Su montaje es muy rápido, debido fundamentalmente a su unión en seco a través de machihembrado y mortero de cola.
Más allá de los materiales, tal y como se expone en la infografía antes indicada, hemos de apostar por la incorporación de hábitos más saludables en nuestro hogar, como pueda ser llenar el lavavajillas antes de ponerlo o sustituir las bombillas convencionales por modelos de bajo consumo o leds, cuya duración mínima es de 35.000 horas, lo que nos permitirá ahorrar hasta un 80% de energía. Igualmente interesante, sería la incorporación de termostatos programables que ajustan la temperatura ambiental y que te permitirán establecer la hora de encendido y apagado, te ayudarán a ahorrar hasta un 13% de energía.


Instalación de gas natural para la reforma sostenible de tu vivienda
Por otra parte, hemos de apostar por la instalación de energías limpias como el gas natural, que se consume tal y como se extrae de la tierra, sin transformaciones de ninguna clase.
Además de ser el suministro de energía más económico, asegura un abastecimiento continuo de energía, ofreciendo una gran potencia de suministro, no precisa almacenaje y, en definitiva, es la energía fósil con menor impacto ambiental, dado que posee las menores emisiones de CO2 por unidad de energía utilizada, además de no emitir humos, malos olores ni residuos sólidos.
Para la instalación de este tipo de energía, únicamente has de seguir algunos de los pasos que nos comunican desde Gas Natural. Solo has de pedir la conexión de tu hogar a la red de distribución de gas. Su equipo de profesionales realizará un estudio detallado para informarte sobre todo lo que podrás ahorrar con el cambio de energía, además de indicarte un presupuesto para su instalación. Una vez hayas dado de alto tu solicitud, ellos gestionarán la visita de un instalador autorizado a tu domicilio, aunque también podrás contar directamente con uno que sea de tu confianza.


En el caso de que ni tu vivienda ni tus vecinos tengan instalado gas natural, el instalador deberá realizar una serie de trámites con la empresa distribuidora de gas natural de tu zona para que conecte el gas a tu hogar, así como con la empresa comercializadora de gas natural que elijas para que facture tu futuro consumo.
En el caso de que tu vivienda ya tenga instalado el gas natural, pero no está en servicio, simplemente deberás de contactar con un instalador autorizado para que te proporcione el certificado de instalación correspondiente. Si ya dispones de dicho certificado, solo deberás dirigirte al servicio de atención al cliente de una empresa comercializadora para la contratación del suministro de gas.
¿Y vosotros habéis optado por una reforma sostenible para vuestra vivienda?, ¿qué os parecen los beneficios que os puede aportar la instalación de gas natural?