La elección de este matiz se impone debido a la luminosidad que otorga principalmente pero también a la limpieza visual y a la simplicidad. No solo estamos hablando del color de los muro ya que lentamente, la monocromía es aceptada y los muebles van adquiriendo el mismo color de las paredes.
Así, diferentes accesorios de decoración moderna, como ser lámparas, cuadros, pequeñas mesas y estantes, son diseñados con líneas finas y elegantes en este color y se complementarán muy bien con el entorno.
Se intenta lograr así efectos relajantes y con visuales puntuales hacia lugares destacables con algún toque diferente. Para los que no se animan al blanco pleno, algunos objetos pueden alternarse o se pueden combinar diferentes materiales como ser madera o hierro.
Uno de los beneficios como ya hemos mencionado, es la reflexión de la luz. El blanco, luminoso de por si, ayuda a que la claridad rebote y que los ambientes luzcan más grandes y serenos. Si a esto le sumamos mobiliario de texturas lisas podremos obtener excelentes resultados.
Por otra parte, el blanco es el perfecto equilibrio de todos los colores del espectro, esto lo hace un color apropiado en la decoración del Feng Shui. Se asocia al material metal y según esta creencia, aporta cualidades creativas al entorno.
Un tipo de decoración minimalista y simple puede llegar a ser un gran reto, por esto es recomendable introducir objetos para generar contrastes en primera instancia. Recuerda que el contraste máximo puede darte problemas visuales, opta por colores intermedios como ocres, arenas o colores desaturados para suavizar el impacto.
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