

El origen de las cortinas
El origen de las cortinas se remonta al teatro griego, por lo que su origen no está ligado con la decoración en las casas. No fue hasta la época de los romanos en donde se empezó a utilizar con fines domésticos, cubriendo tanto puertas como ventanas y su uso se extendió con el paso del tiempo. Durante la Edad Media, estas cortinas se llegaban a utilizar como elemento separador de las diferentes estancias y a día de hoy, las cortinas cada vez tienen un mayor peso en la decoración.
El origen de la persiana
Como su propio nombre indica, el nombre de la persiana se debe a su origen, a Persia. Fue un artículo que se trajo a la península importado por Napoleón y evidentemente a día de hoy, han evolucionado bastante. En un principio, estas persianas eran una especie de estor con varilla, que se utilizaba para proteger las casas cuando hacía más calor. Estas persianas han ido evolucionando hasta lo que conocemos hoy, pasando por las persianas esparteras que todavía nos podemos encontrar en algunos pueblos andaluces de España, que están fabricadas en esparto. Hoy en día gracias a los adelantos en los materiales y las técnicas en aislamiento térmico en la construcción, las persianas siguen siendo teniendo una función importante dentro del confort del hogar, además de contribuir a tener una mayor privacidad en los hogares. A día de hoy, la persiana es una solución perfecta para proteger las ventanas del exterior y también para poder regular la luz del exterior con una mayor facilidad. A día de hoy, resulta complicado encontrarse una casa en España sin estas persianas, por lo que se han convertido en un elemento de lo más habitual dentro de la arquitectura de nuestro país.