Durante muchos años, las paredes de las viviendas se revestían de un estucado. La ventaja de este último, además de la decorativa en su momento, era que cubría muchos de los fallos de la construcción. Los tiempos han cambiado y ahora se llevan las paredes lisas por completo.
Cómo quitar el estucado de las paredes
Si queremos quitar el estucado de nuestras paredes solo debemos seguir algunos pasos. Podemos hacerlo nosotros mismos, aunque no será del todo fácil, y empezar a cambiar el estilo decorativo de nuestra casa.
-El primer paso, como en el caso de la pintura, es poner a salvo todos los enchufes, marcos de puertas y ventanas. Bastará con que los tapemos con cinta adhesiva de manera que queden a salvo de salpicaduras y manchas.
-Una vez realizado esto es el momento de empezar a quitar el estucado. Para ello debemos humedecer por completo la pared con agua.
-Esta misión se puede hacer con un trapo húmedo, pero saldrá mejor si la hacemos con un pulverizador. Valen todo tipo de modelos, aunque será mejor usar uno en el que quepa bastante agua. Te recomendamos que humedezcas una pared y retires el gotelé, repitiendo el proceso una a una en todas.
-Con la pared ya humedecida por completo es el momento de eliminar el estucado con una rasqueta. Se debe hacer con cuidado, pero si la pared está correctamente humedecida saldrá sin mucha dificultad. Cuando retiremos todos los trozos es el momento de alisar la pared de nuevo.
-Lo normal es que hayan quedado imperfecciones, por lo que este punto es fundamental. Para ello haremos una masilla con Aquaplast y la aplicaremos sobre las imperfecciones con una espátula. Una vez esté seco es el momento de lijar la pared para que no queden salientes ni marcas.
-Tras el lijado te recomendamos que limpies bien la pared y elimines los restos de polvito y otros desperdicios. Una vez realizado esto ya puedes seguir con otra de las paredes de la casa.
Va a ser bastante duro el trabajo pero el resultado puede ser magnífico.
