Puntos a tener en cuenta al decorar una habitación infantil
Lo primero en lo que tenemos que pensar es en que deberíamos crear una decoración flexible y fácil de modificar, según vayan cambiando los gustos del niño cuando crezca. En cuanto a los colores para la habitación de los niños, conviene elegir tonos pastel que aporten tranquilidad: blanco, beige, rosa palo, verde, azul claro... No tenemos por qué elegir el tradicional rosa para niñas y azul para niños, pues puede decirse que esto está algo anticuado. Por otra parte, podemos empapelar las paredes con papel vinílico, muy fácil de limpiar y mantener.

Pensar en la seguridad al decorar el dormitorio infantil
En un dormitorio infantil debe primar la seguridad. Por ejemplo, debemos colocar protectores en los enchufes, y evitar lámparas de mesa o de pie. Las cortinas y la ropa de cama tienen que estar hechas de tejidos no inflamables, cuidando también que ninguno de los componentes de la habitación sea tóxico. Además, es importante que las cortinas no lleguen al suelo, pues cuando el niño comience a gatear puede agarrarse a ellas y tirarlas, con el riesgo de que la barra caiga encima de él. Durante esta época el suelo se convierte en su principal zona de juego, por lo que hay que mantenerlo lo más limpio y despejado posible. Asimismo, debemos procurar que los muebles tengan esquinas redondeadas, para evitar golpes fuertes. Se recomienda, además, que estén anclados a la pared, para que no puedan caerse. Por otro lado, si vamos a poner alfombras, tienen que estar fabricadas con material antideslizante. En la decoración de un dormitorio para bebé hay algunos elementos imprescindibles. Aparte de la cuna, un cambiador nos dará comodidad, así como una mecedora o butaca. Es importante que este mobiliario sea adaptable, pues probablemente tengamos que cambiarlo en poco tiempo.
