La cuna constituye el centro neurálgico para la habitación de nuestro bebé. Muchos son los modelos que podemos encontrar en el mercado, pero más allá de la estética que pueda aportar a esta estancia de la casa, lo que os planteamos en las próximas líneas es el tipo de colchón que has de comprar para contribuir al descanso de tu pequeño.
El descanso del bebé
Los niños invierten entre unas 10 y 12 horas de su tiempo en el descanso, por lo que resulta muy importante adquirir un colchón para cuna de calidad que no perturbe su sueño y pueda contribuir a su completo bienestar. En este sentido, hemos de evitar colchones que sean contaminantes o contengan ciertas sustancias químicas que puedan desprender gases, los cuales terminarán por ser inhalados por nuestros pequeños. Por ese motivo, resulta fundamental preguntar por la composición de nuestros colchones y demandar que los materiales no sean tóxicos y se presenten totalmente orgánicos.
Hay muy diversos factores que pueden llegar a perturbar el sueño de nuestro retoño como pueda ser la dentición, el hambre, los cólicos y flatulencias, la vestimenta, la temperatura de la estancia o la cuna, entre otros muchos. En ocasiones, sucede que los bebés no se encuentran cómodos en la cuna donde están durmiendo. Fruto de este malestar, los pequeños terminan por moverse constantemente, lo que les llevará a terminar golpeándose con los bordes de la cuna.
¿Cuál es el colchón para cuna más adecuado?
En cuanto al colchón para cuna adecuado a nuestro bebé, hemos de considerar algunos puntos fundamentales. En primer lugar, hemos de buscar un colchón firme, que según estiman los expertos favorecerá un crecimiento saludable de los huesos del bebé.
En este sentido, has de buscar colchones para cuna que se ajusten a los contornos del cuerpo del niño y que sean cómodos para él. Al ser colchones más duros, lograremos que la columna del bebé no llegue a hundirse. Los pediatras recomiendan apostar por un mayor grado de firmeza para reducir los riesgos derivados de complicaciones como el síndrome de muerte súbita del lactante. En el caso, por ejemplo, de un colchón viscoelástico nos ayudará a no tener puntos donde la presión de la cabeza, hombros o cadera termine siendo muy alta, sino que pueda equilibrarse toda esta presión de manera uniforme.
Hemos de tener en cuenta el tipo de colchón que es más apropiado para nuestro bebé según la edad. Durante la franja comprendida entre los 3 y los 8 de años es importante optar por un colchón que le permita efectuar cambios de postura y, en definitiva, le otorgue mayor libertad de movimientos. Igualmente, es conveniente que el colchón para cuna esté rodeado por una tela térmica que no le provoque ni demasiado calor ni demasiado frío, un tratamiento anti-ácaros y que al mismo tiempo logre una estrecha relación entre confort y firmeza.
En cuanto a los materiales de los que está confeccionado el colchón para cuna, vamos a optar por tejidos plásticos no transpirables, porque pueden impedir la transpirabilidad natural del bebé, con lo que terminará aumentando la sudoración y el grado de incomodidad durante el sueño.
Los colchones para cuna han de ser transpirables e higiénicos, para que puedan proyectar el CO2 exhalado por el bebé o evitar un calentamiento extremo que pueda contribuir a la formación de hongos o de ácaros.
En espacios como Konfort Sueños podremos encontrar el descanso que precisan nuestros retoños gracias a la amplia variedad de colchones que ponen a nuestra disposición. Además de los más pequeños de la casa, encontraremos otra amplia variedad de productos en su escaparate digital como colchones para adultos, almohadas, bases de colchones, somieres y complementos como edredones nórdicos, ropa de cama y mucho más.
¿Qué os parecen estos consejos con objeto de encontrar los colchones para cuna adecuados para tu bebé?
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