Los colores son herramientas realmente poderosas en la decoración de interiores o exteriores. Un mismo ambiente puede renovarse completamente con tan solo cambiar de tonalidad. La mayoría de grupos de colores utilizados en la decoración son armónicos entre si, esto quiere decir que son adyacentes o análogos en el círculo cromático o presentan características similares en cuanto al matiz o la saturación. Pero ¿Qué ocurre cuando utilizamos grupos de colores complementarios? Conozcamos un poco más sobre los mismos:
Los colores complementarios son tres pares de opuestos del círculo cromático que se caracterizan por generar el mayor contraste. Los mismos son Verde – Rojo, Azul – Naranja, Amarillo – Violeta.
Son muy utilizados en el diseño gráfico ya que lo que se intenta siempre es de llamar la atención de los consumidores.
El efecto de la utilización de estos pares en los ambientes es realmente maravilloso, resaltan los espacios y los objetos extraordinariamente con una luminosidad única. Por otra parte, si lo que quieres es no generar demasiado contraste, puedes utilizarlos igualmente pero un poco más desaturados o bien combinar uno de los dos en estado puro con el otro más opacado (recuerda que los colores se “desaturan” mediante el agregado de colores neutros o de blanco y negro).
Veamos algunas ideas para estos pares:
Amarillo - Violeta: En estado puro es una combinación muy fuerte, puede resultar muy buena para darle un toque innovador a las cocinas. El violeta desaturado irá muy bien en tu living o comedor acompañado de accesorios amarillos.
Verde – Rojo: Es una combinación bastante común dentro de este grupo, las salas de estar suelen quedar muy divertidas y frescas.
Naranja – Azul: Si aclaras el azul podrás conseguir muy buenos resultados en espacios luminosos.
Estas parejas son muy recomendables y no nos fallarán nunca. El grado de contraste dependerá del valor de los mismos.
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